Sistema de marca

La identificación de la marca por algo más que el logotipo

Tres situaciones:

  1. Vas caminando por la calle y cual premonición sin haberla visto todavía sabes que has llegado a Uterqüe por su olor.
  2. Entras en un bar a tomar algo y por el sonidito que escuchas sabes que el de dos mesas más allá acaba de apagar su ordenador con Windows.
  3. Escuchas una cuña en la radio y el locutor es un hombre joven con un tono algo socarrón  cuya voz identificas rápidamente antes de que termine de hablar con R.

Has sido capaz de identificar tres marcas sin ver en ningún momento su logotipo o su marca gráfica.

¿Qué es el sistema de marca?

El sistema de marca lo conforman todos aquellos elementos que identifican a la marca (empresa u organización) sin la presencia de su marca gráfica o nombre.

En las situaciones planteadas en un inicio un olor, un sonido o una voz se han convertido en elementos identificadores de marca. Actúan como disparadores que provocan que sin verla pensemos en ella. El sistema de marca es una parte importante de lo que ya se ha hablado, la reimpregnación de la mente. 

¿Qué beneficio reporta a la marca?

Multiplica los modos de comunicación con las personas. Se pasa de una marca gráfica sea del tipo que sea: logotipo, logosímbolo, logotipo más símbolo, logotipo con complemento o símbolo; a múltiples elementos identitarios para la empresa. 

¿Qué conforma un sistema de marca?

Primero están aquellas partes que forman la marca gráfica: el color, la tipografía y la forma. El correcto uso de estos tres elementos ya dice quién está detrás de un mensaje, de un interiorismo o de un vehículo sin usar el logotipo. 

Hay muchas empresas u organizaciones que no explotan correctamente estos elementos. Envían una carta con cualquier tipografía, visten a los trabajadores con unos colores que no son los corporativos, usan como fondo en la web una figura que le pareció «bonita» en lugar de su símbolo… Hay muchos casos, y algunos no son conscientes de todo lo que se puede hacer con el empleo de color, tipografía y forma, son capaces de crear un universo corporativo.

El estilo verbal y el estilo visual, es decir, el tono verbal de cada mensaje y el tipo concreto de imágenes que se empleen también configuran el sistema. 

Por último están aquellos elementos que se van sumando y tocan más sentidos que la vista. 

  • Oído: sonidos, jingles, canciones, locuciones…
  • Olfato: olores creados ad-hoc para la marca o el hábito de usar siempre un mismo aroma que termina siendo propio.
  • Tacto: papeles, materiales de embalaje, materiales de construcción en el interiorismo, o texturas en la página web apelan al tacto y generan una sensación que se asocia a la marca.
  • Gusto: este está acotado a comida o bebida. Pero desde luego todos somos capaces de distinguir de entre varias una galleta o una cerveza por ejemplo, únicamente por su sabor peculiar.

 

Las posibilidades de ampliar el sistema de marca son infinitas para identificar la marca en cualquier momento y circunstancia aunque sea lejos del ámbito de la misma. Lo único que se requiere es tiempo para que vayan calando en las personas y una correcta gestión de cada una.

Son partes de la personalidad de la empresa, dan pistas de cómo es para ser más cercana a las personas.

Imagen de portada fachada del Monasterio de Sta. María la Real de Oseira, Orense

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