Reimpregnación de la mente

Identificación de la marca en todos los puntos de contacto con el público

Reimpregnación de la mente, suena raro e incluso mal, al explicarlos se comprende y hasta se transforma en el deseo de toda empresa.

Si eliminamos el prefijo re-, nos quedamos con el verbo, impregnar, consultamos el diccionario para ver sus definiciones y descubrimos que una de ellas es influir profundamente en algo o en alguien; precisamente lo que una marca pretende, influir en las personas.

Volvamos a sumar el prefijo que indica repetición: re-; resultado impregnar una y otra vez, influir una y otra vez.

 

La influencia continua y el contacto constante entre las marcas y el público es lo que queremos los gestores de branding y las propias marcas. Buscamos todos los puntos de contacto posibles para recordar al público que están ahí.

 

Este concepto de reimpregnación se busca en los momentos mismos de consumo del producto o servicio con el interiorismo y la cartelería en el punto de venta, el uniforme del personal, el packaging que nos llevamos o el logo presente en todo momento en una compra online. También se procura para los productos o servicios en los que hasta que llega el momento no se es consumidor real sino «oyente», por ejemplo comprar un coche cuya decisión se toma pocas veces en la vida y cuando llega ya tenemos unas marcas en la mente, aquellas que durante años han ido sembrando para que llegado el momento fuese la escogida. Así montones de decisiones como ir al dentista, comprar pañales, cambiar los electrodomésticos de la cocina…

 

Identificación en todos los puntos de contacto

Hay que multiplicar los soportes de comunicación de la marca y generar puntos de contacto para que el público la vea, se familiarice con ella y la elija llegado el momento.

La sumas de los soportes de comunicación van a reimpregnar la mente. Estos son todas las aplicaciones corporativas de la empresa: la papelería, el interiorismo, la rotulación de los vehículos, los uniformes, el packaging, el merchandising que nos regalan, el mailing que envían, la app que nos descargamos, la campaña de publicidad, el patrocinio en el que colaboran… Hay infinidad de puntos de contacto y el análisis y la planificación son claves para invertir en aquellos más rentables para la empresa.

 

Coherencia

Dedicamos muy poco tiempo a los mensajes que nos envían, si es que le dedicamos alguno. La reimpregnación busca el recuerdo de la marca por suma de impactos, por lo tanto es imprescindible la coherencia mostrándola del mismo modo, explotar su sistema marcario con los elementos diferenciadores e identificables que la forman, forma, color, tipografía. De esto se intuye que es vital la alta calidad gráfica que se precisa, es decir, la buena construcción de la marca para que funcione y sea percibida rápidamente.

 

Una marca estática que no se muestra al público, no es conocida ni es referente por lo tanto no es consumida. Es necesario aprovechar todas las ocasiones y generarlas nuevas, como si de enamorar a alguien se tratase, no se puede desaprovechar la ocasión de impactar a quien queremos conquistar. Al fin y al cabo las marcas quieren enamorar a las personas.

 

Imagen de cabecera greca de suelo del Palacio de Cerralbo, Madrid

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