Percepción en el branding, o lo que hace sentir tu marca
A una marca debe importarle el modo en que la vean y los sentimientos que genera en los demás
Las tres palabras clave de Sígaris, en este orden, son: coherencia, clima y percepción. Sobre esta última, la percepción en branding, vamos a hablar hoy.
En Sígaris construimos la marca con el mensaje adecuado en todos sus soportes alineados (coherencia) para crear una atmósfera concreta (clima) que genere unos sentimientos concretos (percepción).
La RAE define la percepción como:
sensación interior que resulta de una impresión material producida en los sentidos corporales.
Si tienes/eres una marca, del tamaño que sea, debes prestar atención a lo que haces sentir a los demás, a cómo te perciben. Porque ese sentimiento será el resultado de tus actos.
Ejemplo de cómo trabajas percepción en tu vida
Imagina que organizas una cena en tu casa. Piensas un menú de entrante, principal y postre equilibrado que fluye de un plato a otro (coherente). Pones una mesa bonita. Consigues una temperatura agradable. Pones algo de música que no moleste y aplaque posibles silencios incómodos y colocas una zona de asientos cómoda para servir el postre y fomentar la conversación tras la cena (clima). Lo que sientan tus comensales (percepción) será el resultado de tu trabajo en toda la preparación. Si te agradecen la invitación, recibes halagos, te devuelven la invitación o te envían un detalle a posteriori, será signo de que has sido un buen anfitrión y aceptarán futuras invitaciones que les hagas.
La importancia de la percepción para tu marca
Las marcas deben ser las mejores anfitrionas para conseguir que sus invitados (usuarios o compradores) quieran repetir y dejarles buen sabor de boca es la clave. No se trata de comportarse pensando únicamente en los demás, sino de ser coherentes, una vez más, con aquellos valores y principios que mueven a la marca y, de este modo, se llegará al público objetivo.
Una marca ofrece una solución a un problema, facilita la vida de las personas en algún plano de su vida. Esa solución se ejecuta de una forma concreta y esa manera concreta llamará la atención de un público concreto, su target. Aquella empresa que haya sido creada sin identidad propia con el simple objetivo de explotar a un perfil de público necesitado de algo tendrá como resultado el abandono una vez la prueben, porque su percepción será negativa. Es decir, no encontrará una razón emocional que lo fidelice.
Detrás de cada marca debe haber un porqué, una manera única de hacer las cosas. Debe buscar una conexión con las personas que genere una percepción positiva. Vivimos un momento de exceso de oferta en casi todos los ámbitos. Aquella marca que mejor conecte con las personas se llevará el gato al agua.
Como consumidores hemos aprendido mucho. En minutos podemos averiguar mucha información de cualquier producto o servicio, podemos tener acceso a reseñas y opiniones y podemos encontrar otras alternativas en segundos. Por lo tanto, la suma de todo aquello que la marca transmite en cada mínimo detalle, en cada contacto (o en su carencia), es lo que genera la percepción positiva o negativa de la misma.
Percepción, sinónimo de fidelización o recomendación
Por lo tanto, una marca poseedora de una identidad definida que se comunica de manera coherente y genera el clima adecuado para las personas dará como resultado una percepción positiva. Y eso significa aceptación, prueba, fidelización o recomendación.
Esto casi se podría tomar como el manifiesto de Sígaris. Pero no es más que el camino lógico de construcción de marcas reales capaces de ayudar a las personas.
Imagen de cabecera azulejos en una fachada de Porto, Portugal