Qué es el diseño editorial

¿Qué es el diseño editorial?

Parte del diseño gráfico que se encarga de la maquetación o composición de información para la realización de publicaciones como revistas, periódicos, libros, memorias, catálogos

Para algunos, el diseño editorial solo se aplica a publicaciones periódicas. Es decir, revistas, periódicos… Sin embargo, es más extendido, ya que cualquier publicación compuesta por varias páginas y comunicadora de historias o información se ayuda del diseño editorial para tomar forma.

La maquetación o composición de información para la elaboración de documentos, más largos o más cortos, se ha tratado en este blog. Pero lo que pocos relacionan es que el diseño editorial es la disciplina donde más se aplica la acción de maquetar.

Qué es el diseño editorial

El diseño editorial es la parte del diseño gráfico que se encarga de la maquetación o composición de información para la realización de publicaciones como revistas, periódicos, libros, memorias, catálogos.

Mucho ha cambiado el modo de realizar una publicación desde las placas de piedra grabada, los linotipos con los que se componían los textos en las viejas imprentas hasta la edición digital actual. Desde luego se ha avanzado muchísimo, se ha ganado mucho tiempo y ampliado hasta el infinito las opciones.

Siempre insistimos en que las publicaciones físicas o digitales son creadas aplicando el diseño editorial. El soporte (papel o pantalla) influye, pero no limita. Desde luego el punto más importante de esta disciplina es la adaptación. ¿A qué? A la temática de la publicación, el público que lo va a leer y el soporte donde se va a consumir.

El viejo dicho de que el papel lo soporta todo es cierto, pero una maquetación inadecuada puede hacer imposible la lectura, la comprensión y, en definitiva, su fin, que debería ser que el público objetivo lo lea. Papel y pantalla tienen unas características distintas por cómo se usan. No es igual el movimiento de los ojos al pasar las páginas de papel de un libro que al leer las páginas en una pantalla de móvil. El tipo y tamaño de letra cambia de uno a otro. Los márgenes, el contraste cromático entre fondo y letra y la composición de texto son muy distintas.

 

Pasos del diseño editorial

El diseño editorial requiere varios pasos previos. Los más importantes: un buen análisis del público y de la información para darle la forma precisa. Un libro infantil requiere una tipografía próxima al modo de escritura, que es lo primero que aprenden los pequeños. Tamaño de letra medio-grande y oraciones muy cortas acompañadas de ilustraciones que ayuden a los pequeños a entender y empaparse de la historia.

Adultos y niños recordamos mejor lo que vemos que lo que leemos, así que las fotografías o ilustraciones siempre son útiles para favorecer el recuerdo y la comprensión.

Aquellas publicaciones donde hay más variedad de contenidos o diferencias entre ellos, como revistas o periódicos, son más difíciles de maquetar. Es preciso dar una coherencia a la publicación, crear un hilo comunicativo y, a su vez, marcar la diferencia entre los distintos contenidos y sus temáticas. Una de estas publicaciones contiene cantidad de elementos distintos: publicidad, editorial, columnas, reportajes, noticias cortas, juegos, foto-reportajes, entrevistas, mancheta… Cantidad de elementos que deben ocupar su lugar correcto y de la forma adecuada para transmitir el espíritu editorial de quien comunica. ¿Acaso es igual National Geographic, Vogue, Cuore o Coches? Cada una tiene un estilo propio que mantiene número tras número y encaja con el público al que se dirige.

Un concepto clave para el éxito

Si hablamos de libros, memorias o catálogos también tienen sus diferentes partes, su modo de uso y su momento de lectura que un buen diseñador tiene en cuenta a la hora de preparar una maqueta. Todos hemos sufrido libros imposibles de abrir o sostener para leer en la cama, periódicos de tal tamaño que nos falta mesa para abrirlos, catálogos que se desmontan…

Se dice que el diseño en general resuelve problemas, y el diseño editorial resuelve muchos de ellos: atrae a la lectura, facilita la comprensión, despierta la curiosidad e informa. Úsalo en favor de tus historias.

Imagen de cabecera suelo de cerámica del Castillo de la Mota en Medina del Campo, Madrid

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